Es como magia, pero no es necesario ser un mago para hacerlo funcionar. El PlasmaCar es una maravilla mecánica que hace uso de una fuente de energía inagotable: la energía de los niños, que unida a las fuerzas de la naturaleza (la inercia, la fuerza centrífuga, la gravedad y la fricción) hace de este juguete un perfecto aliado del movimiento y la diversión. Es tan fácil de utilizar; todo lo que necesita es un conductor y una superficie lisa y plana.

El PlasmaCar puede ser utilizado por los adultos, también.
Para empezar, no requiere de una costosa fuente de energía que necesite ser sustituida o recargada continuamente. Trabaja sin batería o sin pilas, no requiere combustible de ningún otro tipo. Es silenciosoy proporciona a los niños diversión y ejercicio, más que la mayoría de los jueguetes. El Plasmacar es totalmente seguro cuando se usa apropiadamente. Ha sido ampliamente probado y cumple o supera todos los estándares internacionales de seguridad.